lunes, 4 de octubre de 2010

ANDANZAS E HISTORIAS EN LADAKH Y ZANSKAR

Las andanzas y las historias que pueden surgir en un viaje... Los relatos de los viajeros que se habían introducido en estas tierras me animaron a realizar un viaje de prospección por el Zanskar. Me hablaban de montañas semiáridas y muy altas, de lugares inhóspitos, y de una gente amable, los ladakies, de Leh, la gran protagonista de este viaje, y un río que prometía.

Cierto es, tan solo con algún que otro contratiempo, como es normal: Mucho turismo, mucho israelí, y unas inundaciones que ha truncado el objetivo de algunos, sobre todo para los ladakies y para los indios con negocios hosteleros, empresas de turismo activo, restaurantes, negocios… para las familias afectadas. Nosotros los occidentales no hemos mirado la repercusión que han tenido los medios de comunicación, con información un tanto sobredimensionada, ya que antes de lo ocurrido la situación para ellos era ya algo limite. Y nadie dice nada, solo cuando afecta al turismo…

A pesar de todo, todavía seguimos con ese espíritu, a veces “romántico”, de aventura, y por ello el año que viene nos acercaremos allí, a lo que hemos descubierto este año más la expedición por el valle del Zanskar. Hemos conocido a gente con la que hemos compartido experiencias, y con quienes vamos a realizar más de alguna hazaña por estos lugares. Son los Ladakies y los guías indios y nepalíes.

Una expedición comercial al rio Zanskar, es perfectamente viable para toda persona con ganas de conocer nuevos lugares, en un entorno natural, y a través de culturas exóticas. Si estás en esta situación, porqué no animarse. Se trata de un viaje para gente intrépida y con recursos, y siempre positiva, que es lo que vale.

Este lugar es adecuado, es La India desconocida. A mi me ha impresionado, no es la que escuchamos en los medios de comunicación por estar al lado del conflicto de Cachemira. Los ladakies son de origen tibetano, con costumbres similares, una gente extraordinaria y acogedora.

Mi idea es primero realizar un descenso de un río afluente al Zanskar, el Zsarap, realizando una aproximación desde Manali de 6 o 7 días de trekking, y un descenso de 4 o 5 días del río, en un nivel de 4-5º, hasta llegar a la confluencia con el Zanskar, y realizando a partir de aquí un descenso ligero y rápido de reconocimiento por el mismo, ya que este año no hemos podido realizarlo por los impedimentos para llegar por carretera. Después, me trasladaría a Leh para juntarme con el grupo que se apunte para la expedición comercial al Zanskar, que tendría 12 días de duración.

Ya tengo ganas.

Este año ha sido un cúmulo de sucesos y una experiencia diferente. Un río algo crecido, el Indus, no tanto como os imagináis, ya que los que se han desbordado han sido sus pequeños afluentes, sumado a la imposibilidad de movernos unos días, que fueron pocos, ya que los militares indios reconstruyeron las carreteras y puentes bastante rápido. Ahí es donde nosotros, David Alenmani y yo, estuvimos echando un cable, nunca mejor dicho. En el río que es lo nuestro. Y el contraste entre el nerviosismo contagiado de todos los turistas, que poco a poco fue a menos y volvió a la normalidad, y los Ladakies, con serenidad y saber estar demostrado, aún siendo los mayores afectados.

El primero de agosto ya estaba en Leh, y enseguida llame a Krisna, un amigo nepalí de Pokhara que trabaja allí, y al día siguiente me fui con él al tramo último del Zanskar (2 días). Rio espectacular, con un impresionante paisaje, donde comencé remando a 3500 mts. Uff la patata a mil por hora. Pero que buena…

Buena toma de contacto. Llegó el grupo de David, y los días 5 y 6 comenzaron las lluvias torrenciales, por lo que tuvimos que abortar la expedición, no por la crecida del río, sino por no poder llegar al lugar. Además de los problemas que surgieron en Leh… Ante la imposibilidad de la expedición, nos fuimos al valle de Nubra; no hay palabras para contar, hay que estar, sentir y tocar aquello.

Ya de vuelta, la situación se había normalizado. Bueno, ya no había tantos turistas. Krisna nos pidió a David y a mí descender el Indus, con el objetivo de rastrear zonas del río que no se podían ver por tierra. Y ahí que fuimos, que buena, volumen a lo grande y bonita navegación, increíble. A parte de todo ello, la verdad es que he realizado un descenso en el Indus, bien de agua y un disfrute total. Como que llegue a repetir 3 veces más.

Ya se me ha pasado el mes y tenia que volver, la verdad que con pena, por que me ha gustado tanto… y como siempre con nuevas ideas, y la expedición montada para el año próximo de un viaje comercial al Zanskar, y la propuesta que tengo para la apertura del alto Zsarap, buaa que buena!!!

Eh!!! y el Bhamaputra, también para el año próximo, en noviembre y diciembre. Uno de los grandes del Kailash y de la tierra. Ya os contaré con más detalle, ya que este año puede que me acerque por allá, y seguro que sale algo para contar.

Querría decir algo, los mas afectados por las inundaciones son los ladakies. Nosotros los turistas somos los que hemos puesto el grito en el cielo, y hemos perjudicado más que beneficiado, ya que ahora para ellos, que tienen unos buenos ingresos con el turismo de aventura, hoteles, restaurantes, negocios,… todo lo que conlleva este turismo ha bajado por las noticias sobredimensionadas y el interés de de buscar atención… En pocos días se funcionaba con tranquilidad, los militares abrieron las comunicaciones y todo funcionaba bien, expediciones al monte, al río, de turismo de montaña, bicicletas,… y ellos mismos siguen con su normalidad.
El año próximo ahí nos vemos, a disfrutar

Agur

Txus Ruiz de Erentxun